domingo, 10 de abril de 2011

Animales y seísmos

Los científicos aseguran que muchas especies de animales tienen un "sexto sentido" para detectar fenómenos naturales como los terremotos.

En el maremoto de 2005, cuando aún nadie era cociente de la catástrofe que iba a acontecer, en el parque natural de Sri Lanka, una de las zonas más afectadas, las aves volaban en bandadas hacia el centro de las llanuras del parque y los elefantes, seguidos de búfalos y ciervos se dirigían a las montañas. Todos los animales, sobrevivieron.

Los terremotos provocan variaciones eléctricas, magnéticas, sonoras, visuales y olfativas, perceptibles todas ellas por los sentidos si fuesen estos lo suficiéntemente agudos y siendo aquí donde los animales están aventajados respecto a nosotros. El olfato de un perro por ejemplo es un millón de veces superior al nuestro.

Algunos ejemplos de animales que detectan esas variaciones inapreciables para el ser humano:
- Hay roedores que detectan gases que se emiten antes de que se produzca un terremoto, como el radón, que emanan a la superficie por la ruptura de las rocas.
- Los elefantes perciben a través de sus patas los cambios en las ondas sonoras que se generan en la corteza terrestre.
- Las alteraciones en el magnetismo terrestre, altera el vuelo de algunas aves como las palomas. Las aves migratorias se guían por estos campos y hay animales marinos que detectan mínimas variaciones magnéticas.
- Los tiburones, se alejan hacia el fondo del mar ante cambios de presión que anuncian a un huracán.
- Los perros también modifican su comportamiento antes de un seísmo, empiezan a aullar, se muestran inquietos y finalmente hullen.


Muchos científicos han investigado e investigan las reacciones de los animales ante estos fenómenos naturales. Llegando a la conclusión de que aunque sean capaces de anticiparse a que estos se produzcan no son fiables ya que hay un porcentaje muy alto de que se confundir su comportamiento o de que se estén equivocando.

miércoles, 6 de abril de 2011

Desastre nuclear en Japón.




Desde el terremoto y el tsunami del 11 de marzo Japón vive en alerta por las fugas de la central nuclear de Fukushima.


Muchos afirman que se trata de la mayor crisis atómica que ha sufrido el mundo desde que hace 25 años se produjera el accidente en la central nuclear situada a 14,5 kilómetros de la ciudad de Chernóbil que fue construida para los trabajadores de la central y que fue abandonada trás el accidente, en este caso un reacctor explotó cuando hacían una serie de pruebas, dejando al descubierto el núcleo del reactor y emitiendo una nube radiactiva hacia toda Europa.


En la central de Fukushima, el desastre se debe al terremoto y al posterior tsunami que azotó la ciudad el día 11 de marzo de este año, que derivó en una serie incidentes, tales como la explosión de uno de los edificios que albergaban los reactores o el fallo de los sistemas de refrigeración; que ha provocado que el país esté en alerta nuclear.


Tepco, la empresa propietaria de la central, se ha empeñado desde un primer momento en quitarle importancia al asunto, al igual que el gobierno que ha intentado mermar la importancia del accidente que ha acontecido. Por otro lado los ingenieros y entendidos en el tema critican la actuación de Tepco, su falta de trasparencia, la lentitud de su respuesta, el no haber tenido en cuenta los consejos de los ingenieros que avisaron del peligro de dicha central debido a los terremotos que podían dañarla y de cometer numerosos errores en las labores de emergencia. Aseguran que este hecho es algo sin precedentes que dejará huella en Japón y en sus alrededores.